Skip to Content

¿Es posible aplicar la ciencia a la gerencia?

Eliyahu M. Goldratt, físico israelí y creador de la Teoría de Restricciones (TOC), estaba convencido de que sí. Tanto así, que en sus últimos meses de vida comenzó a escribir un libro titulado La Ciencia de la Gerencia. Solo alcanzó a publicar el prólogo —que además narró en un video de YouTube— antes de fallecer el 11 de junio de 2011.

Aunque la obra quedó inconclusa, la semilla que sembró sigue vigente: la gerencia puede y debe abordarse como una ciencia.

La ciencia: explicación y predicción


En esencia, la ciencia cumple dos funciones: explicar y predecir.

  • Explicación: pasar de la ignorancia sobre los fenómenos a entender sus causas y consecuencias.
  • Predicción: al comprender las leyes o variables de un sistema, anticipar qué sucederá después (como ocurre con un eclipse o con la erradicación de una enfermedad).

Goldratt planteaba que lo mismo puede aplicarse en el mundo empresarial: explicar los comportamientos organizacionales y predecir sus resultados.

Herramientas de la Teoría de Restricciones


Las herramientas de TOC pueden agruparse en dos categorías:

  1. Habilidades gerenciales → se basan en la causalidad, ayudan a identificar supuestos y consecuencias, y permiten explicar por qué las cosas ocurren.
  2. Aplicaciones prácticas → verdaderos “modelos de ruptura” diseñados para cambiar las reglas del juego y generar resultados exponenciales.

Quienes tuvimos la oportunidad de trabajar con el Dr. Goldratt vimos de primera mano cómo sus herramientas servían no solo para explicar problemas, sino también para predecir resultados organizacionales con sorprendente precisión.

Explicar no es suficiente


Ahora bien, no basta con explicar por qué las ventas bajaron o predecir que una mayor inversión en marketing digital traerá más visitas en redes sociales. Eso no garantiza el éxito gerencial.

Para transformar realmente los resultados, se necesita un modelo de ruptura. Aquí es donde entran las aplicaciones de TOC: innovadoras, revolucionarias y, sin embargo, aún poco utilizadas en el mundo empresarial.

Quizás porque, como suele pasar, hemos puesto más énfasis en “vender la herramienta” que en resolver la verdadera necesidad. Como decía Goldratt: no se trata de vender el martillo, sino de ayudar a colgar el cuadro en la pared.


Ejemplos de aplicaciones disruptivas de TOC


Las aplicaciones de la Teoría de Restricciones permiten, entre otras cosas:

  • Reducir inventarios en la cadena de suministro eliminando la dependencia de pronósticos inexactos.
  • Acelerar proyectos eliminando fechas intermedias y enfocándose en el entregable final.
  • Mejorar la rentabilidad al tomar decisiones basadas en throughput, en lugar de asignar costos arbitrariamente a productos.

Estas soluciones son verdaderos cambios de paradigma que continúan demostrando su potencia en empresas de todo el mundo.

Conclusión


La propuesta de Goldratt sigue siendo un llamado a los gerentes: aplicar la ciencia en la toma de decisiones. No basta con explicar y predecir; hay que atreverse a implementar modelos de ruptura que transformen los resultados de manera sostenible.

Más allá de la estrategia.
Si la estrategia es el nivel superior de las decisiones, ¿podrá existir algo más allá?